Sugerencia

..................................................................................Recomiendo leer mientras se escucha la música que dejo en cada entrada..................................................................................
...................................................................................................................Advierto que tanto escribo elegante como soez....................................................................................................................

jueves, 20 de julio de 2017

Hoy me largo.

Esto no es un relato. Es una vivencia real, escrita por mi persona la noche de hoy, 20 de Julio de 2017 (o, al menos en Canarias sigue siendo este día) mientras me tomo una tila doble con manzanilla, anís, limón y miel. Y lo escribo a modo de desahogue, nada de qué asustarse. Aviso de vocabulario soez.


Estoy en casa tras un día agotador, me paro a pensar que mañana es mi día libre, y que por lo pronto tengo un plan médico por la mañana, nada apetecible, pero totalmente necesario, pues mi salud no está muy bien desde hace tiempo, pero bueno. Nada de dramas, aún no me muero.

Lo cierto es que sólo hay una persona que me pregunta por mi salud, y esa persona apenas me pide un favor al mes. Luego están las personas con las que hablo poco y apenas. Y luego están los que no son capaces de preguntar cómo estoy, cómo llevo lo mío, cómo me va la vida, pero me hablan (últimamente demasiado seguido para mi gusto, por cierto), para pedirme favores. Favores en los que invertir mi tan menospreciado tiempo a cambio de nada. Y ya no hablo de nada en cuestión de dinero (que oye, que los favores que me piden los hace gente cobrando, pero bueno, obviemos eso también), hablo de una cuestión moral.

¿Dónde quedaron aquellos "hola, ¿cómo estás?" sin estar seguidos de una intención totalmente distinta a saber de mí? Llevo tiempo observando, dando sin recibir, y callando. Y lo curioso de hoy, es que tras mi día agotador, me llegó un mensaje misterioso por la tarde de alguien que sólo me habla y se muestra amable cuando quiere algo (gratis) de mí. Tardó dos horas únicamente después de ese mensaje en marcar mi número, cuatro veces. Ninguna de ellas respondí. De repente he empezado a notar dentro de mí una sensación de malestar, de incomodidad con la situación y de culpa. ¡Soy culpable de no estar a los pies de los demás siempre! ¡Qué mala persona, por favor! ¡Mátenme ya, no merezco ni el aire que malamente respiro! (momento drama queen total, discúlpenme por la emoción).

¡Coño! -y perdónenme ustedes mi malhabladuría, pero la situación y yo lo merecemos.- Llevo una temporada de perros, y aunque no me quejo a nadie porque no soy de esa clase de personas (por norma general), sí que es cierto que muchísima gente es consciente de mi situación en cuanto a la salud y al año de mierda -perdón- que llevo. En el que casi pierdo a mis dos abuelos, he tenido a mi tío apunto de morir también hace tan sólo mes y medio, perdí de repente a un ser muy querido para mí, mi perro casi muere, he sufrido acoso por parte de una compañera, he tenido un gran fracaso laboral, problemas de pareja, problemas con la salud y muchísima soledad, porque nunca me había sentido tan sola. ¡Joder! ¡Qué egoísta soy por estar hasta los ovarios! ¡Qué desconsiderada! ¿Cómo se me pasa por la mente que merezco que alguien me haya tenido en puta consideración y tan siquiera me haya preguntado cómo voy de salud mental? (Que también está jodida, ¡como para no!)


Pues estoy harta. Hoy me largo.

Y no me largo literal, porque no puedo.
Pero me largo de esto, del sentirme mal conmigo misma
por creerme no merecedora de rechazar ser la muleta de otros.
Que yo soy Alguien. Que tengo nombre.
Que tengo vida.
Que soy LIBRE.

Que no es mi culpa que otros me llamen egoísta
por considerar mi tiempo algo importante
y no resolver sus papeletas cuando lo necesitan.
Que ya estoy cansada de que me traten como nada
el tiempo restante al que me necesitan.

No señores, yo soy alguien.
Alguien que intenta vivir en paz con los demás,
alguien que se come su propia mierda,
alguien que no se desahoga a menudo por no molestar,
porque claro, no voy a gastar el tiempo y energías de otra persona
sólo por mi egoísmo de querer hablar de lo que me está pasando.

Soy una MUJER que es LIBRE,
que vale más que gratis.  Que vale más que nada.
Que vale más que "tú tienes tiempo".
Y de verdad, no es que no quiera a toda esa gente,
pero no se trata de querer o no quererles a ellos.
Se trata de quererme yo,
que he sido incapaz de negarme a la prepotencia de los demás
sobre mi persona, mi vida y mi tiempo.

Me largo.
A buscar sólo a quien merece que le busque,
a encontrarme.
A responder con el mismo amor que recibo,
y a recibir lo mismo que doy.
¡Qué distinto va a ser ahora que me tengo!
Que me he agarrado de la mano y he echado a andar.
Los remordimientos injustos no me caben en la mochila,
lo siento. Os quedáis ahí.

Marcho a cuidarme-egoístamente-.


5 comentarios:

  1. No encuentro nada egoísta de tu parte en todo esto, está muy bien, cuando hay que largarse, hay que hacerlo y punto.
    Es correcto el camino elegido, y también el previo, el de escribir canalizando.
    Intuyo en tu actitud esa cosa revulsiva interna que se presenta anteriormente a todos los grandes cambios en la personalidad; algo me dice que será fructífero. Hay un depredador mental que aparece en los momentos justos y nos obliga a reaccionar, o reaccionamos o nos come. Algo así como en aquella frase: "Con los problemas no se pacta, o los vencemos o nos vencen". Y con los humanos es igual, pero me gusta más la imagen del depredador, cuidate de él porque vive dentro tuyo (y de todos y cada uno).
    No sé (ni hace falta) que problema de salud te acecha, pero nadie safa de eso (por aquí decimos "safar" a salvarse). Y en definitiva los que no te preguntan como estás son los que nunca estuvieron donde vos necesitás que esten, los otros aparecen, de una manera, de otra o en el momento menos esperado.
    No soy sabio de nada, lo mío es simple comunicación para poder tolerar toda esa mierda a que somos sometidos demasiado seguido para mi gusto. Y no pidas perdon por las palabras duras o sucias, que solo pueden afectar a aquellos que no necesitas.
    Beso y abrazo.

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    1. Hola Navegante, gracias por tus palabras llenas de conocimiento.

      Trato de cuidarme de este depredador interno, aunque a veces reconozco que me gusta dejarlo asomar. No sé si será cuestión de mecánica, o si es algo que hago a posta con una intención que todavía desconozco. En cualquier caso, gracias a él he reaccionado.

      Y aquí estoy, caminando sola. Igual en el camino aparece, como dices, alguien inesperado.

      Un fuerte abrazo!

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  2. Me encanta tu dominio del sarcasmo, siempre te lo he dicho. Y aún se deja ver más cuando te enfadas. Ay, "Sade". Qué tristes te vi los ojos el otro día, con lo bonitos que los tienes cuando te brillan. No dejes que te tumben, déjate valer, porque lo vales de verdad. Y si se enfadan por ello, pues ya tienen dos problemas.

    Si necesitas "largarte", hazlo. Y si quieres un café en la plaza de San Gregorio, allí estaré.

    Un abrazo.

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    1. Solo y sin azúcar, por favor.
      Últimamente me brillan sólo si les pongo colirio jejeje

      Un abrazo amigo, gracias por todo.

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  3. ¿Quién puede decir que no sienta eso de vez en cuando?, la sensación es mala, desgarradora y sumamente insoportable, en fin, no sentir culpa es lo que Debemos sentir, para vivir en paz, gracias por pasar por mi jardín de sueños.
    Abrazo

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