Sugerencia

..................................................................................Recomiendo leer mientras se escucha la música que dejo en cada entrada..................................................................................
...................................................................................................................Advierto que tanto escribo elegante como soez....................................................................................................................

domingo, 24 de abril de 2016

La puerta.

Ahí no había nadie, estaba segura de ello. Sin embargo no dejaba de escuchar murmullos que provenían desde el interior de la puerta. Posó su pálida mano sobre el pomo de la puerta y lo torció, cautelosa. Se abrió sin problema, pero en su interior sólo había oscuridad. No se distinguía suelo, ni paredes, absolutamente nada. Sólo una oscuridad palpable. De repente, un sentimiento invadió su corazón, una opresión tan fuerte que la hizo llorar. Sus lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, y se arrodilló ante la puerta abierta, expectante de la oscuridad.

Quizás fueron segundos, o puede que horas. La chica ya sólo tenía marcados en la cara los recorridos de las lágrimas que hacía rato se habían marchado, dejando tras de sí, la prueba irrefutable sobre sus mejillas, de que habían pasado por ese lugar. Seguía mirando la oscuridad y, sin darse cuenta, la comisura de sus labios se elevó hacia el techo desgastado. Apoyó la palma de la mano en el suelo para ayudarse a ponerse en pie. Agarró el pomo de la puerta y, ya no con cautela, sino con una delicadeza asazmente dulce, cerró la puerta.

Allí ya no quedaba nada para ella.


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